Proyecto Atómico Huemul (página 2)

Esto desencadena inspecciones a la isla Huemul para
conocer resultados. Se exigen pruebas, y se
sostiene que no hay fundamentos prácticos para que el
anuncio sea verdadero, elevando informes de
diversos actores y tipos. Mientras tanto, la prensa
internacional no cede en el tema, sino que más bien incide
cada vez más en la duda, la falta de pruebas y el no
conocimiento
de nada relacionado a Huemul en mucho tiempo.

Es así, que a un año después del
anuncio, el "Proyecto
Atómico Huemul" es cerrado discretamente, rompiendo los
sueños forjados de la Argentina y de Perón,
pero estableciendo (sobre todo indirectamente) diversos elementos
que sirvieron para acrecentar y sentar bases del posterior
desarrollo
atómico en la ciencia
argentina.

Estado de la cuestión e
hipótesis

El "Proyecto Atómico Huemul", desde su anuncio, o
inclusive desde su concepción ha generado controversias,
ilusiones, misterios, avances y perdidas. Pero lo que no se puede
negar, es su importancia en la historia científica
nacional. Se debe reconocer su importancia por el ser el primer
proyecto que intento ir a la vanguardia en
un tema tan novedoso como la energía
nuclear, y la repercusión que tomo a nivel
internacional.

El tema Huemul ha sido trabajado en el libro de Mario
Mariscotti "El Secreto Atómico de Huemul:
Crónica del Origen de la Energía Atómica en
la Argentina." (ver bibliografía). Como se ve
en el titulo, la obra abarca los planos del proyecto como secreto
a dilucidar, y como referencia de que fue el propulsor en
materia
atómica en nuestro país. En este libro, se hace una
senda cronología de los hechos, a veces ahondándose
en temas técnicos, pero dejando importantes fuentes
documentales y datos que
permiten entender un poco más el tema. Esta obra es
reconocida internacionalmente en el tratado del tema Huemul, y
por consiguiente citada y respetada.

El "Proyecto Atómico Huemul" se ve tratado
también de manera oficial, en el informe que la
Comisión Fiscalizadora realizó en 1952 en la Isla.
En el "Informe del Dr. José Antonio Balseiro referente
a la inspección realizada en la isla Huemul en Septiembre
de 1952", realizado por el Dr. José Antonio Balseiro
(ver bibliografía), se observa uno de los
dictámenes decisivos en la finalización del
proyecto. Se dan amplias explicaciones científicas
teóricas sobre el tema, y se desarrolla un dictamen final
y fulminante sobre el hecho.

Además, el tema, ha raíz de haber tomado
un eco científico importante, perdura en la memoria de
científicos y periodistas especializados en el tema; pero
sorprendentemente no encuentra hallazgos en la reminiscencia de
el pueblo, que parece haber querido olvidado el hecho, aun en
generaciones anteriores.

Al conocer el hecho y analizar las diferentes fuentes y
documentos
bibliográficos, el tema del "Proyecto Atómico
Huemul" me atrajo por completo. Era sorprendente ver la
dimensión que había alcanzado un anuncio argentino,
y además, lógicamente enterarme de los avances a
los que se habían llegado en ese entonces. Me
parecía mentira que Argentina hubiera apostado a algo tan
riesgoso, y sin caer en el juego de la
subjetividad política, me
pareció extraordinario la decisión de encarar un
proyecto de tal magnitud.

Al ir investigando el tema, me fui topando con conceptos
desconocidos o muy poco estudiados. Intente interiorizarme en el
tema, apuntando a un perfil más de comprensión de
conceptos, que de conocerlos de manera técnica.

Como lo he mencionado, el tema me atrajo por su
espectacularidad, y comenzando estudiando, denote el impacto
generado. Me sorprendió ver a las potencias
internacionales referirse semanalmente al tema del proyecto
atómico, y aun dedicando notas de tapas en los diarios mas
importantes del mundo. Pero es de entender, que el momento en que
este acontecimiento se acaparaba en la historia, era uno de
tensiones y susceptibilidades. La Guerra
Fría despertaba un clima de
tensión global, y cada hecho ocurrido despertaba
respuestas de diferentes tipos y condiciones.

Al comprender mejor esto, deje de lado la sorpresa y
opte por investigar más que ocurría. Intente
entrelazar cuestiones para dilucidar lo que me llamo la atención; deseaba entender que fue
realmente el "Proyecto Atómico Huemul", y enterarme mas de
las repercusiones internacionales. Avanzado en el estudio del
primero caso de interés,
me enteré de los entremeses del plan
atómico y que finalmente termina en clausurarse. Esto me
impacto, ¿Cómo un proyecto de magnitud pudo
terminarse? y ¿Qué fue lo que origino esto?
Ahí estaba mi cometido. Había encontrado un punto
fundamental en la investigación. Al entender el proyecto y su
naturaleza, me
intereso saber su final. Descubrí que había
finalizado súbitamente, luego de varios juicios eruditos
realizados por científicos, formando una comisión
para fiscalizar los hechos y fenómenos llevados a cabo. Se
resolvió que existían falta de meritos y pruebas
que fundamenten un fenómeno que nunca
ocurrió.

El problema estaba planteado. Sabia que el proyecto
había finalizado, y ese final abrupto me genero
interés. Mi problema de estudio, en consiguiente, se baso
en la finalización del "Proyecto Atómico Huemul".
Al conocer que este había terminado al ser declarado un
fracaso, la orientación de la investigación viro
hacia un plano que necesitaba averiguar: ¿Qué
había influido en que este proyecto, apoyado
tendenciosamente durante meses, sea cuestionado o investigado y
por consiguiente se haya descubierto la verdad de su naturaleza?
Ésto, era respondido por mi otra inquietud.

Luego de analizar causas y consecuencias, advertí
que los comentarios internacionales cada vez eran más
ácidos
y críticos. Comenzaron con informar el anuncio,
continuaron poniéndose en una actitud
escéptica ante esto, luego comenzaban a criticarlo de
falta de pruebas o explicaciones, mas tarde lo transformaron en
una farsa.

La prensa había influido notablemente en la
comunidad
global, cosa que también ocurría en los
científicos de las principales potencias extranjeras, que
consideraron a Richter un mentiroso: no se sabia casi nada de el,
y no daba explicaciones concretas sobre el fenómeno que
había logrado.

Comencé a enterarme, que la prensa influía
en los opositores locales, y hasta en miembros del gobierno, que mas
discretamente también desconfiaban de la veracidad de
Richter. Entendí, sorprendido, que la comunidad
científica local estaba ajena y prácticamente
ignoraba el tema. Las presiones internacionales de diferente tipo
influyeron en un sentido (tal vez indirecto), pero más
bien como estimuladoras en los pensamientos de algunos
involucrados locales. Fue por esto, que se decidió saber
más sobre el tema, y se planteo de la creación de
la Comisión Fiscalizadora anteriormente
mencionada.

Es en este sentido de trabajo, que
estudiando el tema, analizando documentos, logre establecer
inquietudes, que se transformaron el problemas, que
se materializaron en uno, que luego se pudo enmarañar con
procesos y
situaciones que fueron tomando sentido, y me permitieron plasmar
mis oscilaciones de estudio y mis deducciones e inferencias en
una hipótesis, que enmarcó la naturaleza
y el sentido de este trabajo monográfico:

"El Proyecto Atómico Huemul generó
tensiones en las potencias internacionales, que influyeron en la
finalización de dicho proyecto."

Analizando las situaciones en este sentido, teniendo en
cuenta mis objetivos a
investigar, se desarrollará este trabajo de
investigación, que espero pueda ser concluyente y
verificar mis conjeturas e ideas, y me permita entender la verdad
sobre lo estudiado, para poder concluir
en una consumación final, que encuadre mi trabajo y
exprese mis deducciones y aseveraciones.

Desarrollo

De
la guerra a Buenos Aires

El científico Ronald Richter nació en
Falkeneau, Egerland durante el dominio
austriaco, (posteriormente la región se anexo a
Checoslovaquia) en 1909. Luego de sus estudios secundarios, en
1935 se graduó de doctor en ciencias
físicas, en la universidad de
Praga.

Entre 1939 y 1943 Richter fue invitado por el profesor
Busemann, para participar de una investigación sobre
Gasodinámica, relacionado con los sistemas de
propulsión de aviones. A las pocas semanas de comenzar su
trabajo, la Gestapo lo arrestó por sospecharlo
espía británico. Su pasaporte fue anulado y se vio
obligado a quedarse trabajando en Alemania.
Allí siguió sus investigaciones
en reactores termonucleares, que acusaron resultados morosos
hasta la finalización de la guerra.

Luego, deambulo por Europa buscando
trabajo, pasando por Francia,
Holanda, Dinamarca y finalmente Inglaterra. Hacia
allí fue en 1947, invitado por la Sociedad
Científica para dar una charla.

Durante sus labores científicas en Londres,
conoció a Kurt Tank. Este, estaba haciendo trabajos con
los aviones caza Junker, investigando las velocidades y las
caídas en picada. Richter le confió sus ideas sobre
la propulsión de aviones por medio de energía
atómica. Tank quedo fascinado, y siendo uno de los
expertos en aviones mas importantes de la época, no dudo y
pidió detalles sobre el planteo del austriaco. Este dio
explicaciones e ideas, que parecieron factibles y
convincentes.

En Mayo de 1948, Richter se encontraba en Paris, y
recibió un mensaje de Suiza, de parte de Tank. Le fue
comunicada una invitación del alemán, que le
pedía que viaje a Buenos Aires,
para trabajar al servicio del
gobierno argentino. Días más tarde, recibió
una invitación, esta vez oficial, a través del
capitán de la Aeronáutica (Peters).

Días antes, Kurt Tank se había reunido con
el presidente Perón, recomendando al científico
austriaco como un pilar decisivo en la nueva era de avances
tecnológicos, ya que consideraba a Richter como un
experto en física; y
según lo comentado entre ellos hacia menos de un
año atrás, Tank estaba muy entusiasmado en aplicar
las ideas que Richter le había transmitido. Perón,
confiando plenamente en el experto alemán (que le
había dado la joya del Pulqui II) acepto que el
físico austriaco venga al país.

Richter recibió la invitación, y ante la
necesidad de trabajo decidió aceptar el ofrecimiento del
presidente argentino.

El austriaco, durante diverso tiempo había
intentado conseguir una visa de trabajo en Estados Unidos.
Su deseo aparente era ir al país del norte a trabajar en
lo que era la residencia de los grandes científicos del
momento. Su anhelo era quedar en la historia, y pensó que
en Estados Unidos, y con el proyecto que se traía entre
manos lo lograría.

Pero el permiso de trabajo fue denegado, y ante la
necesidad de subsistencia económica, la necesidad de
expresarse en sus tareas, como cualquier científico lo
desea; y por qué no en busca de gloria, decidió
venir a Argentina.

Richter llego al país el 16 de Agosto de 1948 y
se instalo con su esposa y su mascota en Buenos Aires. A los
pocos días de su arribo, el 24 de Agosto fue citado para
tener una audiencia con el presidente. A esta también
asistieron Tank y el brigadier Ojeda. Tank comenzó la
reunión hablando y comentando el desarrollo obtenido con
el avión Pulqui, y el desarrollo sostenido para el segundo
modelo. Luego,
presentó a Richter formalmente y dio una pequeña
introducción en el tema. Luego fue el turno
del austriaco. Según este "…notaba que el
presidente estaba impaciente cuando los ingenieros le hablaban
del Pulqui (…) cuando finalmente lo hicieron, se
dirigió a mi y me pregunto que podía hacer yo en
materia de energía nuclear" – El Periodista
de Buenos Aires – (ver bibliografía).

Perón notablemente estaba ansioso por el tema, y
siempre lo estuvo. Más bien era un apasionado de esta
nueva innovación que trascendería
globalmente.

Richter explico a Perón, por medio de
analogías simples, el fenómeno que deseaba lograr.
Podía crear energía atómica, tal cual lo
hacían las potencias internacionales, pero de un modo mas
barato y que producía mas energías. Explico su
teoría,
y que esta podría ser empleada con fines de diversos
tipos, pero el se inclinaba por fines pacíficos de
utilización. Perón opinaba lo mismo. Comento que la
energía que se utilizaría seria reacciones
termonucleares de fusión,
controladas a una escala
técnica adecuada voluntariamente. Este proyecto entusiasmo
cada vez más a Perón, que no dudo un segundo y
allí mismo lo instigo a trabajar en el tema.

Luego de esta entrevista,
Richter se fue a Córdoba a trabajar con su amigo Tank, en
el Instituto Aeronáutico. Meses después, en
Noviembre de ese año, Richter firmo un contrato
oficializando el tema. Este, asignaba a Richter a trabajar en
materia nuclear en cualquier lugar de la Argentina,
comprometiéndose el gobierno a suministrarle todos los
materiales y
medios que
fueran necesarios para la concreción de sus trabajos y
proyectos.

El proyecto que se estaba gestando, permanecía en
secreto. La opinión
pública no se había enterado de la llegada del
físico austriaco. El proyecto, planteaba ser uno discreto
y serio, y sobre todo apoyado y encaminado. Se tenían los
recursos, el
apoyo político, el apoyo monetario y las capacidades
humanas necesarias para llevarse a cabo. Se estaba forjando una
idea crucial e importantísima, como para no ser optimista
y quebrarse ante el entusiasmo.

En los primeros meses de 1949, una noche se produjo un
incendio en el laboratorio
que Richter tenia establecido en Córdoba. El
científico, enfurecido, denuncio sabotaje y espionaje.
Perón, apaciguando los ánimos decidió enviar
alguien que resolviera el conflicto,
alguien de su suma confianza. El designado fue el coronel Enrique
González.

Este y Tank informaron a Perón del estado de la
situación, y este brindó total apoyo a Richter.
Frente a las peticiones de este ultimo, se decidió
trasladar la base operacional a otro lugar. El lugar debía
ser recóndito y seguro.
Según las peticiones del propio científico
debía haber "agua pura y
fresca, zona libre de polvillos molestos y ideal para guardar un
secreto" – El Periodista de Buenos Aires
– (ver bibliografía).

Perón propuso echar un vistazo por el sur, y el
propio Richter recorrió en avión las zonas, hasta
que encontró una isla rocosa, en el Nahuel Huapi. Era la
Isla Huemul, y allí, en San Carlos de Bariloche comenzaron
a instalarse las estructuras.

Establecimiento en Huemul

El 21 de Junio se inicia la puesta en marcha y la
construcción de las edificaciones en la
isla. No se escatimaron gastos, que
fueron obtenidos de "Gastos Reservados", excusándose que
eran para un proyecto de envergadura confidencial. Se instalaron
equipos diseñados por arquitectos y trabajadores
especiales, se compro equipo de ultima generación, se
cerco la zona con personal de
infantería y de dispusieron de todos los medios al alcance
de Richter.

Un mes mas tarde, el 21 de Julio de 1949, por decreto
presidencial se crea el "Centro Huemul", ubicando en su dirección y coordinación general al científico
austriaco.

Richter comienza con sus trabajos, ahora ya ubicado en
un lugar de sus preferencia, y con todo a su disposición y
conveniencia. Tal es así, que decide tener colaboradores
de confianza que lo ayuden en su tarea. El coronel
González, en manera de "asesor multipropósito" (sin
un cargo oficial en el tema todavía) recomienda la
elección de científicos locales. Richter rechaza
inmediatamente la propuesta, acusando que aquí no se
tenían los conocimientos avanzados que se necesitaban para
los propósitos a realizar.

Richter eligió como colaboradores a Ehremberg y a
Jaffke, que inmigraron del exterior, con los cuales
comenzó a realizar experimentos y a
perfeccionar otros que ya estaban en desarrollo.

En el siguiente año, el 23 de Agosto, Richter
obtuvo la ciudadanía argentina, obviando las reglas
generales establecidas en la Constitución de dos años de
permanencia mínima, para comenzar a tramitar el documento
de ciudadano argentino.

En este momento de total entusiasmo, el "Proyecto
Atómico Huemul" tenía máxima prioridad,
todos los actores y recursos estaban destinados a satisfacer las
necesidades del anterior. Inclusive el presidente Perón le
otorgaba una gran importancia al proyecto. Participaba
activamente de las reuniones sobre el tema, y siempre hacia lugar
en su agenda para tratar cuestiones referidas a Huemul.
Inclusive, el 8 de Abril de 1950 decidió visitar la isla
con su esposa Eva Duarte, en donde mantuvieron "conversaciones
secretas" con el matrimonio
Richter, hace varios meses asentados en el lugar.

Perón y su esposa quedaron fascinados y
maravillados por las magnitudes de las estructuras construidas en
la isla y las que se estaban por construir.

Richter iba adquiriendo cada vez mas confianza y poder,
apoyado por el presidente. Como ejemplo de esto cabe mencionar
brevemente un episodio en donde Richter ordenó construir
un reactor, y luego ordeno demolerlo. Hubo grandes discusiones
entre los trabajadores de la isla, y Richter decidió
viajar a Córdoba, buscando ayuda de su amigo Tank. Este,
envió una carta a
Perón explicando la importancia de las peticiones de
Richter y los logros que significarían ese avance.
Perón ordeno demoler el reactor.

Hasta el momento, el carácter no oficial y secreto del "Proyecto
Atómico Huemul" hacia que su organización se base en las puras
peticiones de Richter, y en la regulación que el coronel
González podía hacer de los recursos. A medida que
el tiempo pasaba, las dimensiones del proyecto aumentaban y no se
podían seguir administrando improvisadamente. Es por eso,
que el 31 de Mayo de 1950, por un decreto presidencial se dio
origen a la Comisión Nacional de la Energía
Atómica (CNEA).

La creación de este organismo es un hecho muy
importante, ya que es la primera vez que en el país se
habla oficialmente de esta materia, y al crear esta
comisión, se da a entender que se estaban realizando por
lo menos algún tipo de avance o investigación en
este sentido.

La CNEA tenía una tarea administrativa, aplicando
teorías
para luego plasmarla en aplicaciones practicas. Se debe ocupar de
la seguridad frente
a los peligros de la energía nuclear, y a la correcta
administración para la producción de energía y su
aplicación en la industria y el
transporte.
También se deja en claro que Argentina siempre apunta a
fines pacíficos en el tema de la energía
atómica.

Este organismo encontraba a Perón como
presidente, al coronel González como Secretario General, a
Mendé como en encargado de brindar logística y planificación, y Ronald Richter. Esto era
un primer paso que mostraba sólida y tangiblemente, los
resultados que virtualmente serían enormes y
sorprendentes.

Al hacerse publica la noticia de esta creación,
repercute en la prensa nacional y débilmente en el
comentario popular. Pero los diarios internacionales no obvian el
tema, al contrario, lo comienza a tratar.

Es de entender que teniendo en concepción el
marco internacional que se estaba desarrollando, la noticia de
que un país de Latinoamérica, que estaba emergiendo
económicamente y que algunos extranjeros caratulaban de
simpatizantes con el comunismo, este
desarrollando avances en materia atómica genere
repercusión. Si bien no se sabía mucho del tema,
internacionalmente se habían filtrado rumores de que el
gobierno peronista había brindado asilo a
científicos alemanes luego de la Segunda Guerra
Mundial, y entre ellos algunos reconocidos. Aunque las
especulaciones no acrecentaron a más que eso, la
mención en diarios internacionales se hizo
notar.

Brevemente, el New York Times dedico poco
más de dos párrafos en la página 7 en su
edición
de los próximos días. Se hacia comentario de la
creación de una comisión de investigación
nuclear en el gobierno de Perón. En esta breve
reseña, surgían comentarios sobre lo ocurrido y se
forjaban especulaciones prematuras de que era lo que estaba
ocurriendo en el país del sur.

La agencia de noticias
News Service comenta el tema, y dice que los
políticos argentinos han comenzado a especular sobre que
avances pueden lograr los científicos alemanes que se
encontraban en el país. Ninguno de estos conocía lo
ocurrido en Huemul. Solo un político exiliado (Araya) que
critico la incursiones que el gobierno estaba realizando en
Huemul, no destinando al lugar como un centro turístico y
desviándolo para fines militares. Su articulo fue
publicado en el diario brasilero Folha da Manha de Sao
Paulo.

Si bien no se conocía nada sobre Huemul, las
especulaciones se acrecentaban por el marco internacional ya
mencionado, y por los conocimientos que se habían tenido
de acuerdo a tratativas que anteriormente Gaviola había
tenido con físicos alemanes para hacer que trabajen en el
país, y recibieron sendas criticas de la prensa extranjera
(ver Introducción), en la publicación de un
articulo de Mizelle, en la revista
política New Republic.

Los comentarios quedan latentes por un tiempo, pero este
mismo los diluye. En Julio de 1950, se crea la Dirección
Nacional de Investigaciones Técnicas,
(DNIT), que adquiere al coronel González como su director.
El "Proyecto Atómico Huemul", avanzando en secreto, va
dejando huellas de diversos tipos, y va sembrando indirectamente
las semillas que crecerán y formaran la comunidad
científica sobre tecnología y sobre
energía nuclear, que se cosechará en el futuro, y
con creces. La DNIT, tiene como objetivo
administrar las actividades técnicas (como su nombre lo
indica) que ocurran en el país. Es sin duda, un
desprendimiento de la CNEA, que se va expandiendo para controlar
mejor los avances y las diferentes situaciones que se van
forjando.

A pocos días de la creación de la CNEA,
Richter denuncia dos episodios de espionaje en la Isla Huemul.
Uno de ellos, se puede entender por confusión, pero otro
es más fundado. El del profesor Pinardi, de la Universidad
de Cuyo, que tuvo acceso al proyecto y llanamente fue acusado de
divulgar información supersecreta al gobierno de
Estados Unidos. La CNEA intervino, y como medida ejemplificadota
lo exonero y le levanto un sumario.

Sin dudas el "Proyecto Atómico Huemul" poco a
poco iba adquiriendo mas importancia, primero entre los mas
cercanos, filtrándose información a la prense o por
comentarios o rumores de los pobladores de la zona.

A medida que el proyecto iba avanzando, cada vez era
más difícil mantenerlo en secreto. Pero si
había un episodio que llamara la atención fue el
que Richter viajara seguidas veces a Buenos Aires, y allí
visitaba la embajada de Estados Unidos, en la mayoría de
las situaciones que este estaba por los pagos
pampeanos.

Progresando el proyecto, la cantidad de material
demandado era enorme, y la manía de Richter de pedir un
instrumento, y luego sobre la marcha cambiar el pedido o
modificarlo causaba una gran problemática y atraso en las
investigaciones. Perón brindaba todo el apoyo a Richter, y
el coronel González ahora había depositado su voto
de confianza en su hijo, capitán, que en la isla era el
encargado de comunicar todas las peticiones de Richter, que su
padre intentaba saciar.

Concluyo en año 1950, y el "Proyecto
Atómico Huemul" todavía no había anunciado
resultados. Si bien Richter se encargaba de decir continuamente
entre sus íntimos que se estaban alcanzando resultados
increíbles, nada de esto había sido concreto.

Descubrimiento y anuncio

El 16 de Febrero de 1951 se produjo el fenómeno.
Hasta el momento, todas las noticias concretas de Richter
habían sido problemas que este había tenido con los
encargados de suministrarle sus cuantiosas peticiones. Pero el
día mencionado, ocurrió algo diferente.

Richter se encontraba trabajando junto con su ayudante
Jaffke en el dilema de las reacciones termonucleares: de la
fusión nuclear. Sin ahondar en detalles técnicos,
en un reactor (un cilindro de cemento), se
inyectaba hidrogeno y
luego sales de litio, materiales altamente combustibles. Se
esperaban resultados, que serian mostrados por los aparatos de
medición y por la impresión de unas
líneas en un placa fotográfica, que si mostraban
actividad atómica, estas aparecerían ensanchadas
con respecto al tamaño original. Richter hizo el
experimento y mando a revelar las placas. Momentos
después, Jaffke volvió con los resultados y se los
mostró a Richter. Este se puso a "saltar de
alegría" y se eufórico mostrando que los resultados
se habían alcanzado. Jaffke, ningún experto pero
conociendo las bases de todo experimento científico
incentivo a Richter a realizar una segunda prueba para comprobar
lo fehaciente del fenómeno registrado. El austriaco se
opuso.

Richter, contento de haber logrado su cometido le
informo al capitán González de sus resultados,
quien le informo a su padre, que inmediatamente se los
transmitió a Perón. El presidente, contento del
logro obtenido, felicito a Richter en una optimista carta,
deseándole congratulaciones.

El coronel González le recomendó a
Perón que de a conocer la noticia lo antes posible. Este
se negó, argumentando que "se guardaría el secreto
para cuando este lo amerite".

Se podría asegurar y prácticamente
confirmar que Perón quería utilizar este
fenómeno como un hecho político de excelencia. El
golpe moral que este
generaría requería que la atención este
puesta en este. En un momento histórico tan controversial,
debían ubicarse cada hecho o acción
en su lugar y momento correspondiente, sin correr el riesgo de caer en
desgracia.

De esto, se diluye que Perón eligió dar a
conocer la noticia de los logros alcanzados, dos días
antes que se celebre la Conferencia de
Cancilleres, en Washington; donde los principales actores del
juego diplomático se reunían y acaparaban
atenciones. Era el hecho más próximo, y con el
anuncio se lograría tomar repercusión importante
entre comentarios entre los miembros participantes, y
tomaría atención global.

Perón siguió contactándose con
Richter entre Febrero y Marzo, donde se hizo público el
anuncio. El mandatario y el científico discutían
que se debía hacer con el fenómeno alcanzado y que
parte debía contarse y cual quedaría reservada. Se
prepararon cuidadosamente los discursos, y
se organizo una conferencia de prensa para el 24 de Marzo, en la
Casa de Gobierno, donde se haría público el
anuncio.

Así se hizo, y el 24 de Marzo de 1951 ante
periodistas nacionales Perón anunció:

"El 16 de Febrero de 1951, en la planta piloto de
energía atómica en la Isla Huemul, de San Carlos de
Bariloche, se llevaron a cabo reacciones termonucleares bajo
condiciones de control en escala
técnica".

Los periodistas atónitos escucharon atentos. No
se sabia en el entender popular a que se refería el
presidente, ¿Se había obtenido energía
atómica? ¿A que se refería con Isla Huemul y
termonuclear? ¿Quién había logrado esto?
Estas preguntas fueron respondidas poco a poco por el presidente
y el científico, que se encontraba a su lado. Perón
lo presentó, dijo que era austriaco nacionalizado
argentino y que en la isla él había desarrollado
importantes avances en la materia nuclear que
posibilitarían que la Argentina se ubicara en un lugar
prestigioso a nivel de las potencias más poderosas y
avanzadas del mundo.

Sencillamente se explico que se había obtenido el
control de la energía de fusión nuclear, por
primera vez en la historia mundial. Esta energía era
similar "a la producida en el Sol"; muy
potente y barata. Para obtener esta energía era necesario
llegar a temperaturas de millones de grados, declarada por
Richter en la conferencia, como la causa de haber logrado los
frutos, que debían mantenerse en profundo secreto para
preservar el bien de la nación.
El científico además se animo a decir que en los
experimentos se había tratado el tema de la bomba de
Hidrogeno, que los Estados Unidos estaban desarrollando desde
hace tiempo, y que se habían descubierto los secretos de
la misma, que los estadounidenses estaban equivocados en sus
conjeturas planteadas.

Finalmente, Perón se encargo de aclarar, que el
dominio de este tipo de energía que había alcanzado
la Argentina, sería utilizada solamente con fines
pacíficos en materia de energía e
industrialización.

Repercusiones periodísticas

Terminada la entrevista,
la gente comenzó a hacer eco de la noticia, impulsados
lógicamente por los diarios y revistas. En el
ámbito local las primeras planas de los periódicos
estuvieron referidas al anuncio de Perón.

En Argentina, diarios oficialistas como
Democracia y El Líder, al otro día
del anuncio informaban sobre el control atómico de la
Argentina y la repercusión que esto había generado
en el exterior. La Nación
y Clarín se mostraron cautelosos, informando solo sobre lo
ocurrido, como "El presidente de la Nación expuso trabajos
sobre energía atómica", y además
reproduciendo las críticas escépticas que diarios
extranjeros hicieron sobre el anuncio, filtrado en los diarios
oficiales.

Democracia acusaba que Washington había
querido reservar respuesta a lo ocurrido, sosteniendo que era
"posible lo que se anunciaba". Otros, mas sensacionalistas como
La Razón irrumpieron con el titular
"¡Argentina tiene la Atómica!"

Entrando en planos internacionales la noticia impacto
sin ninguna duda. Como veremos mas adelante, sumado al hecho de
que otro país desarrollara energía atómica,
el asunto de la Guerra Frian y el
conocimiento del régimen de Perón,
hacían bacilar a las autoridades políticas
internacionales sobre de que manera actuaría Argentina en
este sentido. Si bien los anuncios habían sido informando
que la energía tendría fines pacíficos, esto
no estaba tan claro en el exterior.

El Times de Londres, informo que la Argentina
había obtenido "Energía atómica barata a
través de un proceso
original". Por su parte, el New York Times, dedico una
nota de tapa en su edición del 25 de Marzo, anunciando
"Perón anuncia una nueva forma de extraer energía
del átomo"
(…) "reacciones termonucleares que no usan uranio"
(…) "autoridades y expertos en Estados Unidos se muestran
escépticos". Esto era más o menos
así.

Por parte de los especialistas globales, estos se
mostraron escépticos en el tema de lo que se decía
haber alcanzado. Entre estos figuran Heisemberg: "no creo que
en este momento algo nuevo en investigación atómica
haya sido desarrollado en Argentina, que científicos
americanos (estadounidenses) no hayan sabido por mucho
tiempo" y Fermi: "…sin embargo, diré que de
acuerdo a lo dicho por el presidente Perón el anuncio
parece mas bien extraño…"; que expusieron sus
acidas notas en columnas de prestigiosas revistas y diarios
internacionales, no reparando en nada y prácticamente
burlándose de lo ocurrido.

La agencia The Associated Press, citaba lo
opinión de dos científicos: "…es
improbable que una reacción termonuclear pudiera ser usada
para la liberación controlada de energía
atómica…" (…) "Me sorprende que los
rusos no fueran los autores de un chiste así. Tal vez los
argentinos están probando". Haciendo,
irónicamente, directa alusión a la carrera
armamentística durante la Guerra Fría.

El New York Times continuó publicando
información detallada sobre lo que ocurría en
Argentina. Formo un grupo de
periodistas especiales y les encargo que trabajen y estudien el
tema. El 1 de Abril, el diario publicó un artículo
comentado por especialistas, donde se realizaba un cuidadoso
análisis en relación al tema
argentino. Se especifica que aunque no se estaba seguro de los
recursos y capacidad que poseia la Argentina, esta vez se
carátula de "teóricamente posible" a lo comentado
por Richter. Ya no se considera al proyecto como una
cuestión absurda, sino como algo probable, pero esto seria
solo un oasis en el mar de críticas que el proyecto
recibió en todo el mundo.

Además, se debe tener en cuenta que dos
días antes del anuncio atómico, el 22 de Marzo de
1951, la Unión Soviética devela que había
accedido al secreto atómico.

Repercusiones en organismos
extranjeros

Las autoridades extranjeras se enteraron de lo ocurrido,
y más que escépticos, algunos se mostraron
alarmantes; deseaban saber que ocurría.

En un importante documento recolectado por Mario
Mariscotti en El Secreto Atómico de Huemul:
Crónica del Origen de la Energía Atómica en
la Argentina.", paginas 31, 32, 33; del capitulo primero (ver
bibliografía), donde se toma constancia de una
trascripción de el diario personal de Gordon Dean,
importante científico involucrado en el tema
atómico.

En su diario, Dean demuestra su sentimiento de alarma,
reflejando el existente en Estados Unidos frente al anuncio
atómico hecho por Perón. Dean les expresa a sus
amigos militares, que pretendía conocer la veracidad, las
formas y lo que realmente significaba "ese anuncio". La
información recibida había sido poca, así
como los antecedentes del físico austriaco involucrado en
el tema. Pone en evidencia, un sentido de importancia con
respecto al proyecto anunciado, no siendo tan escepticista como
la prensa extranjera (y de su país), y como otros
científicos. Esto se ve demostrado en sus declaraciones
textuales:

"…sobre el anuncio de Perón, de que
ellos habían desarrollado una explosión
atómica controlada (…) es posible que puedan tener
algo…"

La importancia que le da al asunto atómico es
resonante, tal es así que intenta entablar fervientes
relaciones con importantes contactos, que le permitan comunicarse
con Perón, y así ofrecer su interés y su
sentido y necesidad de colaboración el en
proyecto:

"…si sería posible sacar alguna carta
oficial dirigida a Perón diciendo que hemos oído su
anuncio con gran interés y hablar de nuestro
‘interés mutuo’."

"…Si él (Perón) tiene
algo, nosotros (AEC) tenemos que estar
allí…"

Plantea la idea de ser amables con el presidente
argentino, para obtener algo más de información de
este desarrollo:

"…y decirle a Perón que estamos
apenados por las cosas que han estado apareciendo en la prensa
americana y que estamos ansiosos por compartir sus
descubrimientos…"

Lógicamente, es entendible el interés de
este organismo norteamericano y de su director para entender que
era lo que estaba ocurriendo y que avances se habían
producido en fusión nuclear. Hasta el momento, la
energía termonuclear no había podido ser
controlada, y solo se había desarrollado en explosiones
atómicas, que no eran rentables y no habían podido
ser aprovechadas al máximo. además, Richter
había dicho que se habían desentrañado los
misterios de la bomba de hidrogeno, y Estados Unidos estaba
equivocado en sus acciones.

La alarma del uso que Perón le pudiera dar a la
energía nuclear era latente, y con cierta muestra de
arrogancia, Dean expone:

"…ellos tienen ese sentimiento de inferioridad
y un sentimiento de orgullo que suele acompañar ese
sentimiento de inferioridad."

Pero merece importancia recalcar, que escépticos
o no, interesados o no, el anuncio de Perón realmente
impacto en el ámbito de instituciones
internacionales, nada mas y nada menos que en la AEC. Una frase
que puede expresar que las necesidades de informarse sobre el
tema eran urgentes, y no respondían a suposiciones y notas
al pie de un documento, sino que encasillaban en un
artículo remarcado y subrayado varias veces, que
debía ser analizado:

"… ¡por favor, muévase!
(apurando a un miembro político, que intentaría
hallar una conexión entre la Comisión
Atómica estadounidense y Perón), (…) que
esto es realmente crucial."

La noticia va trascendiendo y Perón esta cada vez
mas entusiasmado. Richter esta obteniendo el prestigio que
deseaba (discutible, ya que la mayoría de las notas a su
persona son
criticándolo), pero lo que se puede asegurar es que fama.
Richter pasa de ser un desconocido, a héroe nacional. Es
victima de descuartizamientos científicos y de alabaciones
(principalmente locales).

A pocos días del gran anuncio, el 28 de Marzo,
Richter es condecorado con el máximo símbolo del
gobierno del turno: la medalla de la Lealtad Peronista.
además, es recompensado con el doctorado honoris
causa de la Universidad de Buenos Aires.

En Abril, Richter presenta una conferencia de prensa
ante periodistas, para intentar explicar en forma clara lo
acontecido. Richter, aunque siempre evadiendo temas cruciales por
ser "secreto de estado", expuso las bases de su experimento, en
un idioma mas popular para que este pueda ser reproducido en
numerosos diarios locales, y se extienda aun mas entre el
publico. Esta noticia también fue repercusión en el
exterior, siendo la tapa del New York Times del 8 de
Abril, con una foto de Richter recibiendo la medalla
peronista.